Ha muerto Eduardo Gálvez, Lobonocturno. Hoy, en el día de tu funeral totalmente distinto a la visión alegórica que escribiste en aquél Abril del 2001 cuando descubriste tu enfermedad, te recuerdo como el insigne operador del chat gayecuador que con su animosidad y desprendimiento protagonizó junto conmigo una época inolvidable.
No quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos, ya más de una vez reconocí tu lealtad a prueba de todo. Sólo quiero cumplir a mi modo la promesa de publicar parte de tu funeral escrito por ti mismo hace siete años y que titulaste “Los funerales de la Lobo la grande”, paráfrasis del cuento de G.G. Márquez , un texto extenso que literariamente habría significado muy poco pero fue tu catarsis muy particular frente al momento duro de la noticia del diagnóstico.
“Durante las semanas que duro su agonía los Sobrinos, Familiares , operadores antiguos y nuevos se encontraban atentos y con los ojos sofocados por la vigilia, velando frente a la cama de altos Dosieles en donde la Lobo Grande esperaba su último suspiro.”
…” Fervientemente venerada se pensó que ella había vivido desde siempre, que ella era inmortal y que ella no podía morir, pero ese primer viernes de mayo la gente de GayEcuador escucharon las campanillas del Viatico, oyeron los cantos lúgubres de los sacerdotes y se dieron cuenta de que ella no solo era inmortal, sino también de que se estaba muriendo…”
Si me hiciste participe de tu funeral ficticio, cómo no iba a estar en el verdadero aunque sólo sea para llegar en el momento justo en que desaparecía tu féretro mientras venían desordenadas a mi cabeza ciertas palabras de otro párrafo de tu funeral:
“Finalmente el Dia fue llegado, en las calles congestionadas por puestos de lotería, mercaderes dando todos los productos y todos los remedios inverosímiles, los apuestos ballesteros despejaron el paso a la autoridad para que en el mismo palacio se proceda a las honras a la reina que estaba en una vitrina de cristal, inmortalizada por la leyenda. Llegaron de a poco montones de gente, nobles, pobres, ricos, pequeños y grandes, parecía un gran desfile de gente entrando a la Catedral para la misa de cuerpo presente de la lobo, llegaron hasta allá los comerciantes de los mercados, los reporteros, los actores, los gremios estatales, los profesores, las prostitutas, las Travestis de la Primero de mayo quienes repusieron su rencor milenario por la Lobo Grande y los de su especie y aprovecharon la ocasión para pedirle al presidente de la república el pago de sus pensiones atrasadas que se les debía desde hace muchos años, así poco a poco se vio llenando la catedral de gente vieja, joven, de reinas de belleza, de reinas de fundaciones que llegaron con sus coronas y bandas, y al último llego el féretro negro precedido de su corte, del consejo de GayEcuador en pleno, de los operadores, de todos los habitantes del fabuloso imperio”
…..
“Cuando toda la muchedumbre regreso a sus hogares dejaron atrás una enorme estela de basura y de desperdicios, pero ya podían respirar tranquilamente porque quien podía gobernar sus vidas y tenia todo el poder del mundo para oponerse a sus deseos empezaba a pudrirse bajo una placa de cemento , ahora podía el Sumo Pontífice regresar a su patria, y subir a los cielos en cuerpo y alma, el presidente podía descansar tranquilamente y dedicarse a los asuntos de la nación, y los últimos operadores podían dividirse las pocas migajas que habían quedado del extinto Imperio. Solo faltaba que alguien se siente al pie de la vereda y empiece a contar esta historia, lección y escarmiento de las generaciones futuras y que ninguno de los incrédulos del mundo se quedasen sin conocer la noticia de la Lobo La grande que jamás será olvidada permaneciendo siempre viva, viva en el espíritu y en el corazón de los hombres, y vivo el recuerdo de sus magníficos funerales, los funerales mas grandes del mundo.”
No hubo féretro negro, ni desfile de gente como en tu fábula maravillosa. Lo que sí tuviste al pie de tu tumba fue la presencia de unos cuantos amigos y compañeros que te despedimos con el corazón y el alma apretada y en mi caso repitiendo en silencio un “Gracias Lobo, por siempre”.
- LoboNocturno en el último halloween
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