Chau Mario

benedettiMario Benedetti: hoy nos has dejado con nuestras puestas de sol, nuestros amaneceres. Frente al mar, descifrándonos a solas: ¿Qué de tu muerte? «Una traición de Dios«. Y un domingo precisamente, el día que denostaste en «La tregua», como Vallejo profetizando «morir en Paris con lluvia»:

«Si alguna vez me suicido será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo.»

Chau viejo Mario, el hombre que  con su letra marcó definitivamente mi existencia, mi pesimismo, mi ternura y dolor,acompañandome en los caminos del amor que los recorrí hasta la exacerbación.

~ por gayecuador en May 17, 2009.

4 respuestas to “Chau Mario”

  1. Amigo mìo
    Tù que me hcisite conocer a Benedetti, en años que ambos viviamos y conociamos El amor demoledor, las pasiones eran remolinos, apareciste tù con Mario Benedetti y con èl su carga de palabras,sè que hoy se ha comenzado a ir parte de tì, como ya se fue con tu abuela, como se va cada dìa como partes de tù piel, pero hoy se va quien en tu fina literatura fue tù inspiracion, tu sabidura, tù media vida literatia se te ha ido fìsicamente, pero recuerda Hagamos Un Trato, tù sabes que puedes contar conmigo. aunque no me sientas y aunque no te sientas, ….a veces

  2. Pesimismo en tù vida, se te ha ido tan rodeado de insulsos doceles, no se nota ya ese pesimismo benedettiano, màs bien se nota alegrìa en tu gestuaciòn corporal ya no veo ni siento pesimismo, la vil materia te llena la vida, y cada vez lees menos, no te dejes inundar tanto del mundo.

  3. A mi me enseñaste mucho sobre Benedetti, aún recuerdo «Táctica y Estrategia» y «La Culpa es de uno» , se fue uno de los mejores escritores sudamericanos contemporáneos, queda su legado, que por cierto es bastante amplio…»miro como te vas adentrando en la niebla y empiezo a recordarte»

  4. Gracias Pablo y Carlitos (aunque no te logro identificar, discúlpame y sácame de la duda por favor).
    Es curioso que hasta en estos rincones virtuales, una muerte provoca los mismos reencuentros que se dan en los velorios donde hay siemre un tema de cajón: desde cuando y cómo conocimos al finado.
    A Mario lo conocí en la calle, yo era un adolescente óseo y melancólico, obsesionado con el amor y buscando de forma inutil escaparme de una soledad entre existencial y enfermiza.
    Lo encontré en un cuadro estridente de esos que vendían los ambulantes que ya no están en la avenida Boyacá y que tenía impreso el poema «Hagamos un trato», pero sin firma.

    Años más tarde cuando tuve mi primer amor, perpetré la cursilería de rigor: una fotografía mía con la reproducción integra de este poema, quizás el más universal del viejo pero yo no sabía quien era el autor.

    Veinte años después, el poema anónimo de esos cuadros callejeros ya tenía dueño: apareció en la red el nombre de Mario Benedetti,
    y el monitor de mi PC fue testigo de uno de los descubrimientos más felices de mi vida y desde ese momento me embriagué con su obra .
    Hoy, leyendo los conmovedores mensajes de sus seguidores en
    elpais.com, me desbordo de melancolía, se me vienen de golpe todos sus poemas y cuentos militantes,tiernos, íntimos, devastadores que siempre estarán conmigo «y más
    que nunca en las noches para cuando retome el hilo de mi
    insomnio , y piense en la palabra Amor»

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